Como ya te platicamos en este artículo, la soya texturizada es un alimento con grandes ventajas nutricionales, que se vende deshidratado, es muy fácil de almacenar -además de que se puede guardar por mucho tiempo- y se puede tener disponible para prepararlo cualquier día, en cualquier momento. En este artículo te contaremos cuáles son las principales formas para hidratarla y cuáles son las ventajas y desventajas de cada uno.
Existen tres formas para hidratar la soya: dejarla en remojo, usar el caldo de la cocción o con la cocción del plato. Te los explicamos:
Remojo
Si te decides por el remojo en agua, deberás agregar dos veces el volumen de agua que de soya. Es importante que la pongas en un recipiente lo suficientemente amplio, pues la soya crecerá mucho al hidratarse. Usualmente, 15 minutos serán suficientes para completar la hidratación. Puedes usar agua caliente para acelerar el proceso. Una vez que la soya esté hidratada, se pasa por un colador y se deja escurrir un poco para que suelte el exceso de líquido. La puedes presionar con suavidad para ayudar a que seque, pero con cuidado, porque podrías hacer que pierda forma.
Una gran ventaja de este método es que no pasará nada si dejas la soya remojando durante más tiempo y, además, si hidratas más soya de la que necesitas, puedes guardarla en un recipiente dentro del refrigerador, durante algunos días. Por otro lado, si salteas y condimentas la soya después de hidratarla, tendrá una textura mucho mejor.
La posible desventaja de este método es que, como la hidratación no agregó sabor a la soya, tendrás que condimentarla mucho más que si utilizaras los otros métodos.
Usar el caldo de la cocción
Este método es una variante del anterior. En vez de utilizar agua se trata de utilizar caldo: puede ser el de la cocción de las verduras o jitomates, o -en caso de que no tengas problemas con el consumo de carnes- el caldo de la cocción de pollo o carne que uses para otro guisado. Se puede usar caldo frío o caliente. La absorción de sabor puede llegar a ser mayor si se usa caldo caliente, pero si se hidrata en frío la soya, tendrá una mejor textura.
Para escurrir la soya, se procede de la misma manera que con el método anterior.
Cocción del plato
La tercera opción es hidratar la soya aprovechando el líquido del guiso que se esté preparando. Por ejemplo, si vas a preparar soya en abodo, sigues los pasos normales de tu preparación y, una vez que tienes el adobo en el sartén, agregas la soya más algo de agua, y dejas hervir y sazonar hasta que tu guisado esté listo para ser consumido. Lo mismo ocurre con guisados como la boloñesa o cualquier otro guisado que lleve salsa o un recaudo que requiera cocción.
Este método tiene la ventaja de que la soya absorberá mucho más sabor y se sazonará de una gran forma. Sin embargo, hay quienes consideran que -tanto con este método como con el anterior- no se logra la mejor textura.
Ya te contamos los métodos que conocemos para hidratar la soya texturizada y las ventajas y desventajas que sabemos sobre ellos. Cuéntanos cuál es tu favorito o si tienes algún método personal. Nos encantaría saberlo.
Fuentes:
Carmen Tía Alia. (2018, 29 mayo). Todo sobre la soja texturizada: qué es, cuál es su valor nutricional, cómo se cocina y mucho más. Recuperado 24 marzo, 2020, de https://www.directoalpaladar.com/ingredientes-y-alimentos/todo-soja-texturizada-que-cual-su-valor-nutricional-como-se-cocina-mucho-mas?fbclid=IwAR1DuPhSbE_NRFmPRZAuYpTiJ-KYWkMoxxr-mtGyZ2mlNN3Dvj0sGL4s7JE
Cuerpomente. García, V. (2018, 21 febrero). Soja texturizada: cómo cocinar la carne picada vegetal. Recuperado 24 marzo, 2020, de https://www.cuerpomente.com/blogs/gastronomia-consciente/como-cocinar-soja-texturizada_1802
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