Historia y características
El ajo –Allium sativum- es una especie perteneciente a la misma familia que la cebolla, el puerro y el cebollino. Se cree que su origen es asiático y que, desde allí, fue introducida primero en el Mediterráneo y, posteriormente, en el resto del mundo. Es una planta ampliamente cultivada -desde hace más de 7,000 años- y usada en todo el mundo. En este artículo podrás conocer sus principales características, algunos datos curiosos, sus principales usos dentro de la cocina, así como algunos tips para conservarlos mejor.
Sembrada, la planta del ajo alcanza profundidades de 50 cm o más. Sus hojas son planas, delgadas y miden hasta 30 cm de longitud. Lo que comúnmente llamamos “cabeza” se llama en realidad “bulbo” y está formada por entre 6 y 12 dientes, cada uno envuelto en su propia capa. ¿Sabías que puedes usa un solo diente de ajo para generar tu propia planta? Esto se debe a que cada diente tiene en su base una yema terminal que es capaz de germinar incluso sin necesidad de plantarse previamente. Si quieres que te contemos cómo conseguirlo, déjanos un comentario para hacer un artículo sobre esto.
Por otro lado, el aroma característico del ajo se debe a dos sustancias: el disulfuro de alilo y la alicina, que es un compuesto azufrado que posee -además del aroma- varias acciones farmacológicas interesantes, sobre los cuales te hablaremos en otro artículo. Sin embargo, la alicina no es una sustancia contenida en el ajo, sino que se libera al cortar, machacar o fracturar el bulbo.
El ajo como condimento
Dentro de la cocina, el uso del ajo está extendido prácticamente a nivel mundial. Algunos tipos de cocina -como la mediterránea- utilizan las hojas preparándolas de forma muy parecida a los espárragos. Sin embargo, lo que más se usa son los dientes, que se utilizan secos, semisecos, verdes o en encurtidos. Se pueden filetear, picar, moler, machacar, o incluso mezclar enteros con aceite para que los dientes no se sequen y evitar que transmita olores.
Este alimento se emplea como condimento de un sinfín de platos como: pastas, carnes, mariscos, papas, salsas o recaudos, aves, aderezos, sopas y hasta ensaladas. Por otro lado, también es el condimento principal de algunos platos a los que da nombre, como el pan de ajo o los camarones al mojo de ajo, por mencionar algunos.
Cómo almacenarlo
Un ajo de color puede ser conservado hasta por un año, mientras que los blancos son más frágiles. Lo mejor es guardarlos en un lugar fresco, seco y ventilado. Por otro lado, es preferible conservarlo en la ristra original, para evitar que se vayan reblandeciendo. Si decides guardar los dientes por separado, debes almacenarlos, pelados y cubiertos de aceite, dentro de un bote de cristal en el refrigerador. Esto tiene la ventaja de que los demás alimentos no se olerán a ajo, los ajos no se reblandecerán y el aceite lo podrás usar para cocinar o hacer aliños para ensalada. Otra opción es congelar los dientes pelados, que se conservarán en buenas condiciones hasta por dos meses.
Ahora que ya sabes un poco más sobre este sabroso condimento de uso diario, no te pierdas nuestro artículo sobre los beneficios que tiene para la salud. Cuéntanos si te gustaría saber más datos sobre el ajo o si te gustaría que habláramos de algún otro alimento.
Fuentes:
Colaboradores de Wikipedia. (2020, 18 marzo). especie de planta. Recuperado 23 marzo, 2020, de https://es.wikipedia.org/wiki/Allium_sativum
Mchavarrias, M. C. H. A. V. A. R. R. I. A. S. (2019, 20 julio). Usos culinarios del ajo. Recuperado 23 marzo, 2020, de https://www.consumer.es/alimentacion/usos-culinarios-del-ajo.html
Deja un comentario